Hay algunas empresas desde San Germán, hasta llegar a la zona conocida como La Ganadera, entre ellos dos hoteles, uno en construcción, el Aeropuerto, Instituto tecnológico de Guaymas, varios comercios en pequeño, un templo cristiano y varios talleres, cuyo personal sufre las consecuencias del riesgo a su salud.
Todo hace indicar que dejó de funcionar el cárcamo de rebombeo ubicado por el bulevar Microondas y, como de costumbre, se encuentra la opción tirando las aguas negras a través del precitado arroyo.
Además, expuso Martín Hernández, quien vive a la vera de la carretera, todos los ranchos que cuentan con pozos superficiales se han contaminado y es difícil que vuelvan a funcionar.
“Contaminan todo a su paso y son focos infecciosos, criaderos naturales del mosco transmisor del dengue, llegando hasta San José de Guaymas, donde hay más gente afectada y, por si fuera poco, la descarga es directa al estero El Rancho, hábitat de infinidad de especies.