Al menos una persona del sexo masculino murió al ser aplastada por una de las paredes y techo de lo que fue el Mercadito “Benito Juárez”, situado sobre el bulevar “Porfirio Hernández”, en la colonia Punta Arena.
Hasta el cierre de la edición, la víctima no se había identificado, en el lugar de la tragedia se informó que se trata de un hombre, el cual, junto a otras personas, se encontraba desmantelando las instalaciones del lugar, de un momento a otro se escuchó un estruendo donde se confirmó que gran parte del viejo edificio se vino abajo.
El hecho ocurrió poco antes de las 17:00 horas de ayer miércoles, por lo que los vecinos dieron aviso a la línea de emergencia 911 donde informaron que cuatro hombres salieron corriendo; mientras tanto aseguraron que entre los escombros quedó un hombre.
De inmediato arribaron rescatistas del Departamento de Bomberos Voluntarios, paramédicos de Cruz Roja Mexicana, delegación Guaymas, con el apoyo de personal de Unidad Municipal de Protección Civil, Seguridad Pública e infantes de la Marina-Armada de México, se procedió en la búsqueda de la persona.
Lamentablemente se ubicó el lugar donde quedó la víctima, a quien no se pudo hacerle nada por salvarle la vida, se encontró completamente aplastado por la infraestructura de concreto hidráulico.
EQUIPO DE RESCATE EN ESTRUCTURAS COLAPSADAS
Al mando de su comandante, Juan Carlos González Vega, el segundo comandante, Francisco Cortés, así como del coordinador de Atención de Emergencias de la Unidad Municipal de Protección Civil, Julio Alfonso Machado, se procedió a la instalación del Centro de Incidentes, donde se solicitó la presencia de bomberos especializados en el rescate de estructuras colapsadas.
Ante la presencia de personal del Departamento de Periciales de la Fiscalía General de Justicia en el Estado (FGJE), los rescatistas de Bomberos y Cruz Roja utilizaron el equipo hidroneumático, donde lograron levantar las losas de concreto, donde se logró rescatar el cuerpo del infortunado hombre.
En este edificio funcionó por años el Mercadito “Benito Juárez”, luego el Colegio de Bachilleres, Almacenes de Impecsa y finalmente se utilizó como bodega.
Al quedar abandonado, iniciaron las acciones de vandalismo, que apresuraron el debilitamiento del inmueble y su consecuente derrumbe.