A sus 80 años de edad, don Ramiro se convirtió en el pelotero de más edad en pisar el diamante del Yaqui Ríos, desde que nació como campo cuatro en 1972.
Sacó una entrada con dos carreras, pero hizo ver mal a los dos primeros bateadores a los que enfrentó y dominó con relativa facilidad.
Jugó en el viejo parque Abelardo L. Rodríguez de la Avenida Seis, también en el actual, cuando en las primeras visitas se programaban partidos contra La Palomilla de La Paz, en ese escenario y ahora en el parque que lleva el nombre de la figura más representativa del beisbol guaymense: Alfredo “Yaqui” Ríos
Su trabajo como telegrafista, jubilado de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, también jugó en el viejo Fernando :M Ortiz, de Hermosillo, en el viejo Alvaro Obregón y Tomás Oroz, de la antigua Cajeme, así como diversos escenarios de todo el país, que incluyó el antiguo Angel Flores, de Culiacán y el Emilio Ibarra Almada, de Los Mochis, Sinaloa.
Se iniciaría en el Rey de los Deportes a eso de los doce años de edad, jugando “con los grandes”, pues en aquellos tiempos, no había categorías propias, en la capital de Baja California Sur.
Considera que tiene entre 67 y 68 años, fácilmente, como pelotero activo.
Admite que se integró a La Palomilla en el año 2002, a invitación de su amigo Blas Núñez Paniagua y desde entonces, a excepción del año que no hubo intercambio por causa de la pandemia, allí ha estado.
“Lo que se gasta en estas giras no es nada, dice, comparado con estar uniformado dentro de un Doug-out y de participar en apenas una entrada, como en esta ocasión”, dice ufano, un orgullo de la tierra de grandes peloteros.