El pelotero se dio la vuelta, de frente a la grada central, levantó los brazos y su representativo reconocimiento patrocinado por el empresario Vidriero Marco Antonio Mena Ibarra, agradeciendo esta ocasión tan especial a sus amigos de La Polilla Guaymas, de sus hermanos de La Palomilla de La Paz, Baja California Sur y de los Ostioneritos, de nueva incorporación.
Su familia estuvo allí, en ese momento y casi al borde de las lágrimas, con palabras entrecortadas agradeció el reconocimiento, luego de estar desde el 2012 con La Polilla, tanto de ida como de venida, con este intercambio amistoso y deportivo.
Años luz que salió de su pueblo Riito, Huatabampo, Sonora, donde tuvo sus principios con el Rey de los Deportes, al jugar allí, en Huatabampo, en ligas de Ciudad Obregón, sin faltar desde luego, la Liga Inter Ejidal del Valle del Yaqui, la madre de todas las ligas en el Sur de Sonora.
“Yo no entreno, si acaso dos tres días para estirar las piernas, antes de cada competencia, pero regularmente estoy en juego, por hacerlo todos los domingos; tampoco tomo nada, como buen mayo, es de palo fierro”.
Reynaldo arribó en el 2012 a la Máster, 50 años y más, Liga Martín García Espinoza, con el equipo Amigos de Don Julián y desde entonces, en sus diversas versiones allí estuvo, hasta que ahora como Amigos de Héctor García, se fueron a la súper 60 y más, pero él se quedó con La Ranchería.
Hoy, el beisbol le brinda un gran reconocimiento a esta su rica trayectoria y reitera, que jugará beisbol hasta que sus facultades digan otra cosa.