Mientras trabajaban trascabos, dompes y personal de limpieza de Servicios Públicos Municipales y corrían las aguas negras por doquier, se consintió la venta de alimentos en la vía pública, sobre todo en el espacio de la calle 19, entre la Serdán y avenida Abelardo L. Rodríguez.
A pesar de los riesgo que ello implica, por el polvo que se levanta, personal de la comisión Estatal de Protección Contra Riesgos Sanitarios del Estado de Sonora (Coeprisson), es momento que no ha intervenido.
Se supone que el organismo realiza las tareas de planeación, organización, dirección y ejecución de vigilancia sanitaria, industrias, productos y servicios.
Sin embargo, ya la Comuna envió una alerta, donde exhorta a evitar el consumo de alimentos en la vía pública, por temor a problemas derivados de la acumulación de sustancias en el medio ambiente y que pueden degenerar en enfermedades estomacales, derivando en deshidrataciones.
Pero no solo es en el primer cuadro de la ciudad donde se aprecia este panorama, ya que también es visible en la periferia, aunque es menor el problema.
Se espera que todo esté normal y funcionando en el Centro de la ciudad, con la instalación del tradicional tianguis de los miércoles, cuya presencia de usuarios ha disminuido desde la declaratoria de la pandemia a la fecha.