23 Diciembre 2022 Escrito por 

EL DEDO

La estadística de violencia en Guaymas y Empalme es alta sin incluir a los pequeños olvidados en los números de muertes y desapariciones.

Esos niños y niñas que pasarán Navidad en la orfandad o con la ausencia de sus padres para quienes ni la autoridad ni la sociedad puede dar consuelo suficiente para reparar daños en sus cortas vidas.

Y por encima de quienes perdieron a padres están infantes que de pronto se quedaron esperando la llegada de su mamá o del jefe de la familia cuyo paradero es incierto.

Tan solo el mes pasado una mujer fue privada de la libertad frente a sus dos hijas en un fraccionamiento de Guaymas Norte en un evento que quedó prácticamente oculto por la incesante ola de incidentes violentos que no permiten a la sociedad ni siquiera digerir cada caso.

De acuerdo a la estadística de colectivos de búsqueda este año se han registrado 101 desapariciones de personas en la región Guaymas Empalme de las cuales el 90 por ciento corresponde a víctimas de edad adulta. De ellas y ellos, un 80 por ciento tienen descendencia, hijas e hijos cuya vida se transformó en el momento en el que sus tutores no regresaron a casa condenándolos a sufrir un proceso que cambia sus oportunidades de futuro porque jamás será igual un niño que crece sin padres.

En torno a esas familias incompletas, el gobierno a través de la Fiscalía ofreció acompañamiento emocional a menores de edad con problemas por la desaparición de su papá o mamá; en tanto que la Sedesson dispuso este año de un programa de becas para hijas e hijos de personas que son buscadas en el Estado, pero no hay dinero que sustituya la figura de un padre y más de una madre ausente.

Sin buscar culpables, tanto las autoridades como la sociedad tendrían que arropar a esas pequeñas víctimas indirectas de la violencia cuya inocencia se rompió, pero no por eso su vida debe de quedar marcada en la incertidumbre porque entonces se creará otro problema social con menores de edad que tienen derecho a desarrollarse en un ambiente de paz a pesar de las ausencias.

Cuando faltan unas pocas horas para que los hogares de las familias se vean invadidos por la ilusión de la Nochebuena hay un árbol lleno de fotografías de personas desaparecidas cuyos hijos no esperan a Santa Claus ni piden regalos, solo desean el regreso de su mamá o volver a ver a su papá y ese sufrimiento no debe olvidarse entre el ambiente de fiestas.

A unos días de Navidad cuando las emociones y la dicha reina en las familias de Guaymas y Empalme cabe un mensaje de solidaridad hacia pequeños inocentes con una infancia difícil que no pierden la inocencia ni tampoco la esperanza del reencuentro con sus padres y madres desaparecidas.

Super User

Libero tellus sit ipsum ante eu Curabitur nibh Sed Pellentesque nisl. Nibh quis laoreet mauris mi est quis nibh porttitor.

Sitio Web: www.joomlart.com

Deja un comentario

Asegúrate de llenar la información requerida marcada con (*). No está permitido el Código HTML. Tu dirección de correo NO será publicada.