El Banco del Bienestar abierto y funcionando, servicios dignos de verdad en el nuevo IMSS de la calle doce, la modernización del puerto con inversión de tres mil millones de pesos, un nuevo hospital de especialidades son algunas asignaturas pendientes de la Federación que sí ha cubierto necesidades en la población más marginada.
El gobierno de Sonora tiene la obligación de salir adelante con la pavimentación de la avenida Serdán, la carretera hacia Chihuahua, el ordenamiento en el transporte público, la fusión eficaz de los servicios de salud, la transferencia exitosa de la CEA y la estrategia de seguridad pública.
Y en los Ayuntamientos de Guaymas y Empalme la agenda es más abultada, empieza con los servicios básicos como iluminar las colonias, los bulevares, las plazas públicas, reparar todas las calles destrozadas, pavimentar vialidades prioritarias, acabar con la sobrepoblación animal, programas de prevención del delito, la construcción de una óptica municipal en Guaymas, un relleno sanitario en Empalme y otras promesas que tienen como plazo este año luego de avances en proyectos en el ejercicio anterior.
En general, los tres niveles de gobierno tienen grandes retos para mantener la confianza depositada en la cuarta transformación que avanza con logros pero no puede dejar de lado las demandas ciudadanas que se resumen en: acabar con la corrupción en definitiva, dejar de experimentar para trabajar con firmeza, experiencia, sensibilidad y demostrar con hechos su respeto al pueblo en el entendido que este 2023 y siempre, obras son amores y no buenas razones.