Esta administración hizo lo que desde 2009 se prometió y no se pudo lograr: tener un espacio adecuado para apoyar a quienes presentan un riesgo por problemas de agresión en sus hogares, que sufren amenazas, golpes, persecución.
En eso se pensó hace más de una década cuando César Lizárraga estaba al frente del gobierno municipal, en ese entonces uno de los grandes sueños de la presidenta del patronato del DIF, Livier Albañez era construir un edificio para la protección y resguardo de mujeres y niños, en aquel tiempo se elaboró un proyecto ejecutivo para comenzar con el trámite que implicaba tener un espacio seguro, confortable, con personal calificado para el acompañamiento a mujeres maltratadas.
La obra no se realizó, el proyecto ahí quedó hasta que fue retomado por Karla Córdova el año pasado. El refugio funciona en un edificio que se ubica en el sector Ranchitos Campestre donde este año se contempla ejercer alrededor de un millón de pesos en la rehabilitación de todo el espacio que representa mucho en la atención para víctimas de violencia familiar.
Lo que falta es la certificación del personal para poder decir que se da una atención integral a todas las mujeres que acuden ante el gobierno en situaciones de riesgo y que no cuentan con un lugar seguro donde resguardarse. La obra se puede considerar uno de los grandes aciertos de la administración encabezada por Karla Córdova porque responde a una problemática grave de agresiones a mujeres y atiende las recomendaciones de la alerta por violencia de género en un primer gran paso para bajar la incidencia de maltrato a mujeres.