Mal lugar para esconderse sería este periódico, que llega a cientos de miles de lectores cada día. En otros muchos periódicos escribo, de toda la República, y en ellos, y en las conferencias que imparto a todo lo largo y ancho del país, doy la cara, a pesar de los riesgos que en la actualidad conlleva el ejercicio del periodismo independiente, y señalo con claridad y sin reservas los yerros, abusos e ilegalidades del régimen al cual sirve en forma incondicional el señor Taibo. Él, a juicio de muchos, ha degradado el buen nombre del Fondo de Cultura Económica, otrora dirigido por ilustres personajes alejados de obsoletos dogmatismos ideológicos y abiertos a todas las corrientes del pensamiento. Me tacha Taibo II de conservador, uno de los sonsonetes de su patrón. Lejos estoy de serlo. Conservador el propio Taibo, anclado en doctrinas ya caducas. Por el contrario, el relato de la historia mexicana que en mis libros hago se aparta radicalmente de la versión oficialista, tradicional y gobiernista de la historiografía nacional, versión favorable al interés de los Estados Unidos, enemiga del hispanismo y fincada en un nacionalismo ramplón y chabacano. Extrañamente, pese a su origen personal y a su rancio izquierdismo, Taibo II se adhiere a esa narrativa pro yanqui y antiespañola que nos fue impuesta en los textos escolares del pasado. Conservadores son los que mantienen dicha versión, maniquea, mentirosa y deformada de nuestra historia. ¿Qué bombardeo a la 4T? Me halaga que Taibo piense que mis artículos son una bomba. Si hacer la crítica de ese régimen es bombardearlo, seguiré el bombardeo, pues considero, al igual que los incontables mexicanos y mexicanas que marcharon este pasado domingo, que la mal llamada Cuarta Transformación ha hecho y sigue haciendo grave daño a México. Únicamente lo niegan quienes viven de ella y medan a su sombra. Dice Taibo II que dije: "No se puede ignorar que Porfirio Díaz modernizó este País". Quizá no lo escribí con esas palabras, pero reafirmo cada una de ellas. Pregunta el mismo Taibo "Este güey ¿dónde leyó la historia?". Abstracción hecha del calificativo, la leí en documentos y testimonios de la época, los cuales prueban lo innegable: que Díaz pacificó a una nación que luego de muchos años de continuas guerras y asonadas conoció al fin los beneficios de la paz, del progreso y de la modernidad. En ese tiempo México gozó de prestigio internacional, a diferencia de lo que en la actualidad sucede. Los errores de don Porfirio, gravísimos algunos, fueron propios de su tiempo; sus aciertos fueron los de un mexicano excepcional que prefirió dejar su cargo antes que ver a México bañado en sangre, pues él se había enemistado con los norteamericanos y supo que estos apoyarían al movimiento en su contra. Tuvo entonces el supremo patriotismo de la renunciación, mérito que no le ha reconocido aquella falsa versión de nuestra historia, y marchó a un destierro digno. Ciertamente modernizó a México, aunque lo desconozcan quienes forman parte del grupo que está haciendo que nuestro país dé la espalda a la modernidad en todos los órdenes, sobre todo en lo político y lo económico. En fin, le agradezco a Taibo II sus vilipendios. Espero que a los denuestos que esta vez me dedicó añada otros. Es un honor ser injuriado por un empleado de López Obrador. FIN.
MIRADOR
Por Armando Fuentes Aguirre
Miro por la mañana el rostro de mi esposa y pienso:
-¡Qué hermoso es vivir al lado de una mujer hermosa!
Se lo digo, y ella sonríe igual que cuando éramos novios y le decía yo un piropo de enamorado.
La belleza de mi mujer es ahora más bella, y mi amor más amoroso. Durante 60 años hemos ido juntos por la vida. Hemos vivido días felices, y días de tristeza hemos vivido. La dicha y el sufrimiento son por igual parte de la herencia humana. Pero lo mismo en la sonrisa que en la lágrima su mano ha estado en mi mano, y sus ojos en los míos. Cuando quiero recordar cómo era mi vida sin ella la memoria se detiene en el día que la conocí, y ya no llega más allá. Sin su presencia todo se hace ausencia. Sin su recuerdo todo se hace olvido.
Quiero que exista Dios, para tener alguien a quien darle las gracias por haber puesto en mi vida a mi señora. Señora en el sentido de esposa; señora en el sentido de dueña. Quiero que exista Dios para tener alguien a quien darle las gracias por haber puesto en mi vida a María de la Luz.
¡Hasta mañana!...
MANGANITAS
Por AFA
". El Plan B de AMLO.".
Contra esa aberración
otro plan ya comenté.
Es el llamado "Plan C".
Nuestro Plan Constitución.
NOTA
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