Y no fue una manifestación común, fue un acto desesperado de quien lleva esperando semanas para ser atendida por un mal delicado y no ha tenido respuesta.

La enferma estaba tirada en la banqueta del edificio, con una actitud lastimosa, triste, en sus manos portaba una cartulina dirigida a la delegada del IMSS en Sonora, María Lourdes Díaz Espinoza, a quien le exigió atención inmediata a su problema de salud y fue más allá al demandar la destitución de la directora del hospital, Imelda Ramírez, cuyo nombre se vuelve a escuchar en movimientos de inconformidad.

A la doctora la calificó como irresponsable, negligente y grosera, para señalar el rezago en trámites que se han retrasado en el instituto en el que se supone debe haber respuestas, dentro de un caso que se suma a la serie de lamentos, movimientos de protesta, inconformidad y problemas generados por la directora debido a su actitud, poca capacidad y nula empatía con pacientes y personal.

Con esos antecedentes y viendo que las expresiones en contra de la directora del IMSS de la Diez van en aumento su cambio es inminente, cuestión de tiempo, solo habrá que esperar cuántos días, semanas o meses tardan sus superiores en atender el caso Guaymas y ojalá lo hagan pronto porque si la delegada estatal se espera lo único que va a hacer es multiplicar las quejas, complicar la situación de miles de pacientes a quienes ha condenado a aguantar a una profesionista que no aprendió los valores del servicio, respeto, humildad y responsabilidad.