La militancia todavía no superaba la baja de David Pintor en la CEA cuando Bógar Cáñez fue elegido para ocupar el cargo político más importante en la estructura estatal aquí por tratarse de la dependencia afín a la Secretaría del Bienestar que ha creado Andrés Manuel López Obrador. Se trata de la Sedesson donde nacen y se promueven los programas sociales del gobierno a la población vulnerable desde la niñez, comunidades indígenas, estudiantes, jefas de familia, personas discapacitadas y de la tercera edad. Ahí va a llegar Bógar y no por un acuerdo de grupos ni recomendaciones, llega por orden de palacio de gobierno para sorprender a más de uno con todo y que se sabía que el ex funcionario municipal es cercano a la 4T desde la campaña, por lo que se podía pronosticar su presencia en algún puesto menor, una dependencia discreta, algo de bajo perfil dada su carrera en el servicio público. Pero no, a Bógar lo escogieron para ser coordinador de la Sedesson, será el rostro que dirija las acciones sociales en el municipio y, claro, el escándalo no se hizo esperar porque los puestos se ocupan y la fila de Morena nomás no avanza y de pilón se incorpora a alguien que no es un perfil perfecto y dista mucho de cumplir con ciertas características de formalidad política. Por eso ya se habla de ciertas rupturas que se pueden sanar con el tiempo porque finalmente van empezando en la gestión estatal, aparte de que el mismo morenismo promovió que no iban a ser iguales a los del viejo régimen buscando chamba nada más porque sí . Dicen que se debe tener cuidado con lo que se desea porque se puede conceder y así fue, la militancia de Morena dijo que no quería saber nada del PRI y del PAN y se los concedieron, los dejaron fuera por aferrarse a ser únicos sin saber conciliar para dar paso a gente que por habilidades, experiencia o lo que sea, se convirtió en un mal necesario para que el sistema funcione y se pueda avanzar en ese camino difícil que ha encabezado el gobierno para transformar