Todavía se recuerda el cese del director del deporte, a menos de un mes de iniciada la administración municipal, por participar en un incidente de tránsito en estado de ebriedad para mandar mensaje de cero tolerancia al mal desempeño, pero hubo servidores públicos que no entendieron el llamado a la productividad. Así, en nueve meses ha habido dos directores de Infraestructura, dos en Seguridad Pública, tres titulares de Obras, tres más en Catastro, dos en Asuntos Internos, dos en Vendedores Ambulantes y los ajustes siguen en Palacio Municipal, desde donde se ordenó el cambio en la dirección del DIF. De Paulina Soto se dicen muchas cosas, desde que se fue para un mejor cargo en otro nivel de Gobierno o que no tenía el perfil para el cargo en la paramunicipal. El caso es que renunció y no va a volver, noticia que cimbró la administración municipal por la cercanía de la ex funcionaria a la Primera Autoridad y porque si se fue Paulina bien puede irse cualquiera, es decir, no hay garantía de trabajo ni por compromisos personales ni políticos y ahora sí se busca que cada puesto esté ocupado por gente que tenga capacidad. Con este nuevo cambio, se abre otra etapa de depuración más fuerte y decidida, tanto que varios funcionarios han reforzado su agenda para mejorar su labor y conservar su trabajo y es finalmente lo que tienen que hacer para quedarse dentro de la 4T: demostrar honestidad y buen desempeño.