Debemos apuntar que el reconocimiento legal de los derechos humanos no lo es todo, ya que el verdadero reto --en todas las naciones-- es la garantía efectiva del respeto de los mismos; porque ante todo, el respeto a los derechos humanos es un tema que tiene que entenderse como de construcción cultural.
Por ello, la academia, junto con todos los sectores --público y privado--, deben hacer sinergia en el diseño de políticas públicas; y en caso de ser ineficaces, los órganos jurisdiccionales de carácter nacional e internacional tienen que velar para que de manera efectiva los derechos se garanticen.
Hace unos días, tuvo lugar en la Facultad de Derecho de la UNAM, la inauguración de la Competencia Universitaria sobre Derechos Humanos Sergio García Ramírez, que abrió sus puertas por décimo año consecutivo a jóvenes de 15 universidades de nuestro país y de otras naciones hermanas de Latinoamérica.
En este espacio académico, las y los participantes ponen en práctica su dominio de los estándares internacionales en materia de derechos humanos, para discutir un caso preparado de manera especial por la CIDH. Es un punto de encuentro de ideas, en donde se privilegian las propuestas y diseñan soluciones para la construcción de una verdadera democracia, aquélla sin la cual los derechos humanos palidecen.
La competencia lleva el nombre de uno de los egresados más honorables que la Facultad de Derecho de la universidad de la nación ha legado al mundo: el doctor Sergio García Ramírez, quien es una figura excepcional en la academia, constructor de instituciones, así como excepcional promotor y defensor de derechos humanos y de nuestra autonomía universitaria.
Contamos con la participación por vía remota del presidente de la Corte Interamericana, el juez Ricardo Pérez Manrique, quien destacó en su mensaje el trabajo fundamental del doctor García Ramírez en la Corte Interamericana de Derechos Humanos --como juez y presidente de dicho organismo--y reconoció sus grandes aportaciones al trabajo de ese órgano colegiado, entre ellas, el concepto del control de la convencionalidad, que ha sido adoptado por el constitucionalismo moderno.
A la inauguración de este magno evento asistieron también el rector de la Universidad Nacional, el doctor Enrique Graue Wiechers; la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, Nashieli Ramírez; el maestro Alejandro Alday, director del Instituto Matías Romero de la Cancillería; el abogado general de la UNAM, Alfredo Sánchez Castañeda, y el maestro Luis Raúl González Pérez.
Nuestro rector señaló que este concurso tiene todos los atributos para poder dialogar y reflexionar sobre los derechos humanos. En un mundo que se ha venido polarizando y en donde a veces se siente que se pierde el rumbo, el poder dialogar sobre derechos humanos y sociales es de la mayor relevancia.
Con este certamen académico se fortifica el poderoso puente que une las naciones de nuestra región, con la firme convicción de que el derecho y la razón son las únicas vías del progreso de una sociedad; y que fuera de ello, solo queda el abismo, la violencia y la barbarie.
Como Corolario, las palabras del doctor Sergio García Ramírez: “Los derechos humanos son la causa de la humanidad, la defensa de nuestra dignidad, nuestra justicia”.
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