De hecho, la colonia Adolfo de la Huerta es la que más apoyo recibe en el año y no en virtud de las inundaciones recientes que dejaron decenas de falsos damnificados en la zona, sino porque ahí hay mujeres gestoras y líderes que buscan programas sociales para vecinos lo merezcan o no. El problema ha sido la deficiencia en servicios, pero poco a poco este gobierno les ha resuelto algunos de los múltiples pendientes en cuanto a derrames de agua y drenaje, además de atender peticiones de descacharre y limpieza. Lo que no se ha podido revertir tiene que ver con riesgo a la salud, por alguna razón Fátima siempre lidera las estadísticas por enfermedades que van desde la rickettsiosis, dengue y Covid, de hecho, antes de la pandemia se había organizado jornadas para atacar la alta incidencia de males asociados con mordeduras de garrapatas y picaduras de mosquitos. Durante el aislamiento por el virus, también fue en esa colonia donde se detectaron los primeros brotes y ahora superado el riesgo, vuelve a ser foco de atención por los casos de rickettsia o fiebre manchada. Las causas de las enfermedades en ese sector están en análisis, pero es evidente que vecinos han pecado de omisos al no seguir las indicaciones del Sector Salud y no todos, pero por algunos irresponsables se pone en riesgo hasta los lugares más sagrados como las escuelas. Ayer un grupo de madres de estudiantes de la Secundaria Técnica 59 reveló la plaga de garrapatas dentro del plantel donde ni perros hay, pero si hay peligro de que se presenten enfermedades si no se actúa a tiempo considerando las cifras de ese sector que se ha convertido en un dolor de cabeza para las autoridades de Salud. Es obvio que ahí urge las acciones puntuales de brigadas de apoyo para contener riesgos de enfermedades, pero más necesario es que la comunidad atienda todas las recomendaciones de limpieza, cuidado y control de animales para proteger la salud de la gente de Fátima y de Guaymas en general.