tuviera memoria y se pudiera pasar por alto la corrupción y soberbia de aquella desastrosa administración. Para quienes presumieron la incorporación del nuevo petista Sauceda conviene recordarles que fue él precisamente quien entregó el gobierno al PRI cuando Empalme era considerado un bastión del PRD y de la izquierda por la fuerza del grupo de Jesús Ávila y los resultados en pavimentación y servicios. Con Juan se rompió el encanto, su historia está escrita con traiciones desde que se confrontó con el mismo Ávila a pesar de que fue su padrino político y lo hizo director de obras públicas, pero Sauceda quería más, por eso se alió con un grupo adverso y perdió en un trienio para regresar y convertirse en presidente municipal valiéndose del PRD. Siguió con las traiciones al llegar al gobierno cuando se olvidó del apoyo de su compadre “El Venado”, al que le prometió puestos de primer nivel que entregó al PAN de Javier Caraveo, ese fue su primer acto como alcalde y así pasó los tres años con pleitos y división, tan lleno de soberbia que hasta con el entonces gobernador Bours se peleó para provocar una crisis política que le costó cara a Empalme. La confrontación se generó por corrupción descubierta en la capital del Estado por malos manejos en la entonces Unidad Municipal Recaudadora de Ingresos Coordinados que captaba impuestos estatales con la obligación de devolver un 20 por ciento a Hacienda estatal, lo que no hizo el ingeniero durante dos años hasta que de Hermosillo tuvieron que retener participaciones para saldar adeudo del Ayuntamiento. Con todo en contra, Sauceda se animó a ser candidato a diputado, perdió, pero ocupó una curul de las llamadas de primera minoría, con lo que pudo estar otros tres años cercano al poder y valerse de eso para eludir todas las irregularidades cometidas en su administración. Fue del dominio público las anomalías en obra pública que se exhibieron con el PRI en el poder municipal y desde entonces, Empalme entró en un rezago del cual no ha podido reponerse, por malos gobernantes que comenzaron con el ingeniero. Tan mal quedó ante la ciudadanía que desapareció de la escena pública por más de diez años hasta ahora que a alguien del Partido del Trabajo se le ocurrió sumarlo a un proyecto que busca candidatos para postulados el 2024 como si en los simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador no hubiera talento y gente comprometida con la 4T. Falta ver la reacción de todas aquellas personas defraudadas y traicionadas por Juan, falta ver si el mismo PT apoya a cuadros desgastados para su oferta electoral con lo que no estaría en condiciones de ganar porque lo que Empalme necesita es valores nuevos, con carrera limpia y no políticos que ya quedaron mal con el pueblo.