El domingo fue un día de fiesta para la 4T y así lo vivieron gobernantes, funcionarios, colaboradoras de Ayuntamientos, becarias, deportistas, jefes de familia, activistas, pero, sobre todo, jóvenes y adultos mayores que dejaron a un lado la brecha generacional para anteponer la coincidencia de ideología y principios políticos.
Eso es algo que pocos líderes pueden lograr y Andrés Manuel López Obrador es uno de ellos, otra vez llenó el Zócalo y desde ahí emitió un mensaje como rendición de cuentas al celebrar cuatro años de su llegada al poder.
Empezó su discurso con el reconocimiento a personal médico que colaboró en el combate al Covid al destacar que su gobierno enfrentó la pandemia con dolor, pero con eficiencia y solidaridad al pueblo.
En ese mismo rubro de la salud, dijo que hoy en México el abasto de medicamentos es del 94 por ciento en promedio en los estados donde se implementó el IMSS Bienestar para adelantar que en el caso del Issste hay un "intento de cambio para rescatarlo del esquema privatizador".
En apoyo social dijo que son 10 millones 500 mil adultos mayores los que se benefician con una pensión bimestral y anunció que el año próximo el padrón aumentará un 25 por ciento.
En economía dijo defendió el subsidio a la gasolina porque de lo contrario, dijo, la inflación sería del 13 por ciento, además informó que el combate al huachicol ha generado 236 mil 134 millones de pesos.
A ese modelo económico lo llamó humanismo mexicano que es la base de su gobierno y de la política que va a seguir hasta el final. Y para cerrar consideró que México es un santuario de libertades donde las y los ciudadanos tienen el respaldo del presidente porque se acabó el gobierno represor.
Después de la marcha, del discurso, de los aplausos, cada familia, cada ciudadano, cada mujer, podrá decir si los números del presidente son reales o no, lo que es un hecho es la popularidad de la figura de AMLO que ha tenido la inteligencia y solidaridad para apoyar a las personas que menos tienen y con ello se ganó el apoyo del pueblo.