Si algo se le debe reconocer a la presidenta es el valor de asumir retos contra las inercias arraigadas en la forma de gobernar del pasado con algunos logros como la culminación de la concesión al servicio de limpia en la que cumplió con una recolección de basura aceptable en las colonias.
Ahora el desafío es mayor porque no se tratará de empezar de cero, la CEA representa una carga en todo, hay problemas de abasto, de fugas de agua, de drenaje, dos sindicatos y una deuda prácticamente impagable.
Con todo y eso el Cabildo aprobó ayer el proyecto de transición para lo cual será necesario integrar una comisión de funcionarios que serán los responsables de la parte legal en un trámite que puede ser tan sencillo o complicado como lo deseen las partes involucradas y en este caso al gobierno estatal y al municipal les urge el cambio, en la capital para quitarse una carga de encima y en lo local para intentar resolver un problema grave desde palacio municipal.
La alcaldesa logró que el punto fuera aprobado de manera unánime lo que habla de su capacidad política pero también de la conciencia que hay en todas las fracciones políticas de que la Comisión Estatal del Agua no puede continuar como hasta ahora, necesita transformarse y si bien el riesgo de fracaso existe, peor le irá a Guaymas si no se intenta trabajar en un proyecto nuevo que trae la esperanza de la prestación de un mejor servicio con beneficios para todos.