En los últimos días, y a pesar de que no se han registrado lluvias copiosas, los derrames de aguas negras han estado a la orden del día, especialmente en el Centro de la ciudad y en el sur, justo antes de llegar a los bombeos finales.
En el Centro de la ciudad se debe a la deficiente infraestructura, la red sanitaria tiene serias carencias, por lo que frecuentemente colapsan y se presentan derrames de aguas negras, que van y dan al área comercial, ocasionando seria insalubridad.
En el sur de la ciudad, las fallas en los equipos de bombeos en los cárcamos han ocasionado frecuentes derrames de aguas negras; estas pestilentes aguas corren por las calles y, ahí, nunca se ha clorado como en el Centro.
La comunidad deportiva y habitantes del sur de la ciudad, no son tomados en cuenta por las autoridades del Sector Salud, estas no se preocupan por posibles enfermedades gastrointestinales por la contaminación generada.
El solo hecho de contar con equipos emergentes en cada uno de los dos cárcamos de rebombeo, ubicados en el sur de la Unidad Deportiva, evitaría que se registraran estos derrames frecuentes.
EN EL NORTE
Hace algunos años, se clausuró la laguna de oxidación del norte de la ciudad, por razones de salud pública, pero desde hace algunos meses se registran constantes derrames de aguas negras, estos recorren varios kilómetros por un arroyo.
Hoy en día, el derrame es casi constante y recorre kilómetros hacia el norte, pasando por un costado de la pista del Aeropuerto y la carretera hacia San José, hasta llegar al estero El Rancho, y este se comunica con la Bahía de Guaymas.
Aunque no se ha hecho un estudio de las condiciones de la bahía, es entendible que esta se encuentra muy contaminada, después de recibir miles de metros cúbicos de aguas negras y esta es una bahía muy cerrada, con poca circulación.