Hoy, en marzo de 2023 el compromiso quedó atrás y los problemas resurgen en la zona comercial como una condena para quien ha visto mermado su patrimonio y ganancias debido a la negligencia de las autoridades de la CEA.
El colapso en la red de drenaje de la avenida Abelardo L. Rodríguez evoca los tiempos del año 2000 cuando toda la ciudad registró derrames de aguas negras o en el 2006 con aquella fuga en el Mercado Municipal, y en el 2009 por el colapso de alcantarillas luego de “Jimena”.
La situación no ha cambiado en esta época con todo y promesas, aunque es verdad que hace un año se hicieron obras para reponer tuberías en la calle 18 y ahí ya no hay problemas, pero es solo una pequeña parte de todo lo centro, lo demás sigue igual o peor.
Por eso, la renuncia de Cristina Navarro no ha representado esperanza de cambio, ni tampoco lo es la inminente salida del administrador Ricardo Montoya, vendrán otros directivos tal vez con buenas intenciones, pero sin dinero y así nunca se va a resolver la emergencia sanitaria.
Este gobierno tiene conciencia de la necesidad de un presupuesto extraordinario de alrededor de mil millones de pesos para renovar la red de drenaje y empezó con pequeñas obras, lo que falta es continuidad para que, si no en un corto plazo, al menos se proyecten las acciones para terminar con los derrames de aguas residuales, contener el riesgo a la salud y que Guaymas deje de ser la gran letrina de Sonora.