Durante el periodo del doce de diciembre al seis de enero, entre los incidentes más lamentables sin duda las agresiones armadas a menores de edad sacudieron a la comunidad tanto de Guaymas como de Empalme por la protección que tendría que haber hacia la niñez al menos en las fechas de fiesta.
En esos lamentables acontecimientos las autoridades reaccionaron con cierta contundencia y eso es lo mismo que se espera tras el ataque atroz en el que un miembro de la Marina fue asesinado y dos más resultaron heridos, evento que empañó aun más el saldo del operativo denominado Lupe Reyes.
En el mismo registro de incidentes de alto impacto hubo desapariciones de personas, incendio de comercios, casas, carros, en medio del riesgo, importa mencionar los logros que poco se perciben por la magnitud de la violencia que cada día preocupa más a las familias de la región.
En el operativo, las autoridades realizaron detención de personas, aseguramiento de armas y una labor preventiva que no se reflejó en la estadística de muertes violentas pero sí en la reducción a reportes de robo a casa habitación por ejemplo. En cuanto a el trabajo en vialidades, dentro del tramo carretero hubo también desgracias por siniestros en zona federal con saldo de personas fallecidas, heridas y daños materiales.
En el único rubro donde no se registraron tragedias fue en el operativo de Tránsito Municipal que puede presumir de una reducción en incidentes viales con víctimas fatales, sea por eficacia de los oficiales, conciencia de la gente o suerte pero los números hablan de menos eventos graves. En donde hubo un marcado aumento es en accidentes de tránsito sin lesionados en Guaymas y en el aseguramiento de vehículos a conductores ebrios, lo que tiene que reflejarse en una mayor captación de recursos para las autoridades.
En general, el operativo especial que involucró a todos los niveles de gobierno termina no con números rojos, sino con números negros de luto por la muerte de un militar y otras desgracias acompañadas de un dejo de esperanza por los aciertos en cuanto a detenciones y decomisos, lo que sigue es replantear la estrategia para corregir errores, aumentar la presencia en las calles y fortalecer las instituciones que tienen este año la difícil encomienda de revertir la situación de violencia que azota a la región.