Han pasado tres meses de la dimisión de Patricia Magallanes como jefa de servicios regionales educativos y el cargo está acéfalo solo con una empleada que tiene poder de interina para firmar y que no se detengan los trámites en la dependencia más olvidada de la estructura de gobierno estatal.
Y no es que no haya aspirantes o perfiles adecuados, al contrario la lista es larga y va desde el ex síndico Carlos Burrola, hasta docentes y políticos que no se han acomodado en el proyecto de la 4T en Sonora y ven en la delegación una oportunidad de hacer un buen papel.
Pero son tantos los intereses políticos, es tan grande la pugna por posiciones que quienes mandan no se ponen de acuerdo y prefieren centralizar las decisiones hasta tomar una decisión que al parecer no les urge y eso no se vale.
Tan solo esta semana hubo tres protestas por quejas de servicios en planteles educativos de Guaymas y Empalme, hay madres y padres de familia que quieren hacer gestiones, buscan eco a sus demandas y no encuentran autoridad más que una trabajadora que cumple con una función limitada e incapaz de resolver problemas.
Cuando ya se cumplió un año del gobierno de Alfonso Durazo y al margen de cuestiones políticas una de las asignaturas pendientes es el nombramiento de titular en la SEC de esta región donde se necesita a una persona con experiencia, identificada con la cuarta transformación pero más que nada con capacidad para organizar la oficina y dar seguimiento a todos los proyectos educativos que vendrán para Guaymas y Empalme.