Esta semana, se rotularon los primeros tres taxis en Guaymas y tres más en Empalme con las características generales del manual publicado en el boletín oficial que obliga a permisionarios y dueños de concesión a usar el color guinda como distintivo para carros color blanco, con un diseño uniforme para todos. Los cambios incluyen que el número de concesión o permiso debe estar visible, lo mismo que los números para presentar denuncia por mal servicio ante la Delegación del Transporte. La iniciativa va más allá de pintar vehículos con los colores característicos de Morena, va más bien encaminada a detectar y erradicar la piratería que se multiplicó durante sexenios pasados para convertirse en problema de competencia desleal para miembros del sector y en un peligro para usuarios de ese servicio público. Para el mes de diciembre todos los taxis deberán estar pintados igual, así se va a descubrir los que no tienen permiso, pero además habrá una serie de revisiones de documentos para regularizar a rezagados con pagos y sancionar a quien no cumpla con requisitos de Ley, esto para beneficio de aquellos taxistas que tienen décadas en el oficio y son los que sufren por el desorden. Aun cuando hay escepticismo por la mala experiencia del pasado y los pocos resultados de autoridades en ese rubro, al menos en esta iniciativa de orden el gobierno tiene el beneficio de la duda porque es una buena intención que empieza de forma positiva y ya se verá a finales de año si en realidad logran imponer la Ley sobre el desorden.